maría ferrer
Universidad miguel hernández
Cambiar de residencia durante un mes, y vivir junto a otras personas que comparten mi pasión por la pintura, ha sido una experiencia agradable.
En el primer momento del Curso, tuvimos que empezar a pensar en pintura, a construir algo que era desconocido, como de la luz de Segovia, los colores verdes de los árboles…
Cuando casi habíamos conseguido adaptarnos, nos fuimos a El Paular, donde todo cambió: diferente vegetación y paisaje. Allí fue donde adquirimos como grupo más confianza, un ambiente más compartido; allí todos nos unimos aún más. Toda nuestra obra de El Paular fue en el exterior, del natural, con experiencias como el amanecer.
Al regresar a Segovia empezaron los cuadros a generarse de forma más fluida, como después de haber entrenado mucho, y notamos mejoría y facilidad, ya fuera al pintar del natural, como a partir de fotografías de El Paular.
La organización de la imagen en mi obra está muy pensada; en algunos casos, parto de diagonales que forman sus elementos. En su conjunto, las obras aparentan ser escenografías en las que el color y el azar tienen más importancia que la forma; de hecho, experimento o juego con el óleo más diluido, causando salpicaduras incontroladas.
Para mí la pintura es diversión y alegría, que muchas veces aparece, de alguna manera, en la obra creada.
Banco. Óleo sobre cartón. 100x80 cm.
Vacas. Óleo sobre madera. 60x20 cm.
Balcón. Óleo sobre papel. 55x50 cm.
Jugando a ser bosque. Óleo sobre madera. 100x80 cm.
Amanece 12/08/2018. Óleo sobre madera. 20x40 cm.
Amanece 11/08/2018. Óleo sobre madera. 40x20 cm.
Bosque. Óleo sobre madera. 40x40 cm.
Desde el mirador II. Óleo sobre papel. 20x50 cm.
Jardín apretado. Óleo sobre cartón. 100x70 cm.
Paular. Óleo sobre cartón. 64x21 cm.
Pastoral paciente. Óleo sobre madera. 100x80 cm.
Pato I. Óleo sobre cartón. 50x50 cm.
Patos II. Óleo sobre madera. 80x60 cm.
Arrollo cantando. Óleo sobre papel. 60x50 cm.
Desde el mirador. Óleo sobre madera. 15x25 cm.
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