Los cursos de pintores pensionados en la residencia de Segovia tienen su origen en la Cátedra de Paisaje que la Academia de Bellas Artes de San Fernando instauró en 1845 como parte de la enseñanza oficial de sus programas pedagógicos en arte. Entre los primeros profesores que impartieron y dirigieron esta asignatura figuran artistas tan prestigiosos de la pintura como: Gerardo Pérez Villamil, Carlos De Haes, Muñoz Degrain o Joaquín Sorolla.
En 1919 se inicia en el Monasterio del Paular la estancia de los pintores pensionados con los mejores alumnos de la asignatura de paisaje impartida durante el curso en la academia de San Fernando. Esta actividad de verano, además de un premio para los seleccionados, tenía como fin el vivir y pintar directamente el paisaje de la sierra del Guadarrama.
Del Paular a Segovia
En 1950 los Cursos de Pintores Pensionados se establecen en la ciudad de Segovia, en el Palacio de Quintanar, un edificio que había sido adquirido por el Ministerio correspondiente para este tipo de actividades y que ya era sede de los Cursos de Verano para Extranjeros. Desde entonces, el número de pintores pensionados que han estado en Segovia pintando su paisaje a lo largo de estos más de sesenta años de existencia supera el millar y entre ellos se encuentran destacadas figuras de la pintura Española moderna y contemporánea, lo ue convierte al Curso en uno de los acontecimientos culturales más importante en la historia de la ciudad y de la Comunidad de Castilla y León y el único que se realiza en nuestro país con representación de todas las Escuelas o Facultades de Bellas Artes.
La Real Academia de San Quirce ha desarrollado un importante papel desde 1950, año en el que el Curso de Pintores Pensionados de El Paular pasó a celebrase en Segovia.
Desde aquel año y hasta 1980, la organización de este curso le fue encomendada por la Dirección General de Bellas Artes a un Patronato formado por miembros del que había pasado a ser Instituto de Estudios Históricos Diego de Colmenares, heredero de la Universidad Popular y antecedente inmediato de la actual Academia.
Habiendo fallecido quienes lo habían dirigido a lo largo de muchos años, entre 1981 y 1995, el curso fue organizado por las instituciones segovianas, a las que, aunque sin continuidad, según los años, se unían instituciones nacionales y autonómicas, apoyando a un denominado Patronato del Palacio de Quintanar y Patronato del Curso de Pintores.
Desde 1996 y hasta hoy, la organización es competencia de la Academia, si bien, por su falta de medios, el patrocinio viene siendo concedido por la Junta de Castilla y León, la Excma. Diputación Provincial de Segovia, el Ilmo. Ayuntamiento de Segovia y la Caja de Ahorros de Segovia. También patrocinan tradicionalmente el Curso el Patronato del Alcázar y la Fundación Rodera Robles. Y aportan su colaboración distintos restaurantes segovianos.
Todos los años, el curso se cierra con una exposición de las obras realizadas por los jóvenes artistas asistentes al mismo.